Cuentos de Navidad para niños

Aprende bonitos valores con entrañables cuentos y fábulas sobre la Navidad

La pequeña cerillera

Rodolfo, el reno

El abeto

El abeto

Había una vez un abeto en el bosque que se sentía muy desgraciado. El motivo de su pena era que él sentía que todos los arboles que tenía alrededor eran altos y tenían unas hermosas hojas verdes y él solo tenía espinas. En sus lamentos repetía “Todos mis amigos tienen hermosas hojas verdes y yo que solo tengo espinas… Mi sueño sería tener hojas doradas.”

A la mañana siguiente cuando despertó, su sueño se había cumplido, estaba cubierto de oro. Los demás árboles lo observaban ensimismados y comentaban tal milagro. Un ladrón que pasaba por allí escuchó la conversación de los árboles y decidió robar el oro, cuando cayera la noche y así hizo.

Al despertarse el abeto y encontrarse sin hojas volvieron los tristes lamentos. Él quería tener hojas de cristal por el brillo que desprendían. Su deseo volvió a hacerse realidad al día siguiente y amaneció con hojas de cristal. Todo el mundo comentaba la maravilla en el bosque. Sin embargo, al caer la noche hubo tormenta y el fuerte viento rompió las hojas de cristal del abeto. Éste se sintió tremendamente triste al ver lo que había pasado y con mucha pena, pidió querer tener hojas verdes y frescas y una vez más su deseo se cumplió.

Una mañana, una cabra salió a pastar con sus cabritos y al ver un árbol con tan apetitosas hojas, decidió que le darían bocado. Las cabrillas devoraron todas las hojas del pequeño abeto y lo dejaron desnudo. Al verse, el pequeño árbol se lamentó y quiso recuperar las hojas de espinas que tenía antiguamente. Cuando despertó a la semana siguiente, las había recuperado y nunca más se quejó. 

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La pequeña cerillera

La pequeña cerillera

Era el día de Nochebuena, hacía mucho frio y caían copos de nieve. Por la calle del pueblo, una niña muy pobre con la cabeza y los pies desnudos deambulaba intentando vender unas cajas de fósforos. No era buen día para ello, puesto que la gente estaba celebrando la Navidad en familia y el temporal no acompañaba a salir de casa.

La pequeña no había conseguido vender ni una caja de cerillas en todo el día y no se atrevía a volver a casa sin llevar ninguna moneda porque su madrastra, una mujer malvada, la maltrataría. La jovencita tenía mucha hambre y un aspecto miserable. A través de las ventanas de los hogares veía las luces encendidas y percibía el apetitoso olor de los asados. 

Tras un rato caminando, decidió sentarse en un rincón de una plazoleta intentando resguardarse del frio y la humedad. Se le ocurrió la idea de encender una cerilla para calentarse y así hizo. La llama era hermosa y desprendía un calor que le aliviaba. Mientras miraba la llama, la niña imaginaba que estaba sentada en frente de una gran chimenea de hierro decorada con bolas y adornos navideños. Al apagarse la cerilla, regresó a la realidad y al darse cuenta encendió otro fósforo. En la segunda llama, la niña creyó ver una habitación con una mesa resplandeciente llena de comida apetitosa. Tras apagarse la cerilla, la niña se topó con una pared impenetrable y fría como realidad.

La chiquita prendió otro fósforo y creyó verse en un bonito pesebre rodeado por escaparates de ricos comercios. Había luces de Navidad que adornaban muchos árboles y los pastores y muchachas del pueblo miraban con complicidad y sonriendo a la niña. Sorprendida e ilusionada levantó las manos y la cerilla se apagó dejándole ver que las luces tan solo eran estrellas. De repente, pasó una estrella fugaz  ante sus ojos y pensó: “Esto quiere decir que alguien ha muerto y su alma está subiendo al cielo”. Tantas veces su abuela le había dicho eso…

Decidió frotar otro fósforo contra la pared y creyó ver una gran luz y una imagen radiante de su abuela reflejada. Entonces gritó: “Abuelita. Llévame contigo. Cuando se apague la cerilla, no volveré a verte como no vi más la chimenea, el asado y el hermoso nacimiento”. Encendió un fósforo tras otro para mantener viva la visión de su abuelita y sintió como su abuelita la agarraba por el brazo y la llevaba a un lugar hermoso donde no existía ni el frio, ni el hambre, ni la tristeza, estaba en el Trono de Dios. Al día siguiente, la niña fue encontrada muerta debido al frio, por los vecinos del pueblo en aquel rincón, aún con las mejillas rojas y la sonrisa en los labios por las cosas tan bellas que vio antes de partir al más allá.

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Rodolfo, el reno

Rodolfo, el reno

Erase una vez un reno llamado Rodolfo. Era especial por ser el único del mundo que tenía la nariz roja, pero él, más que sentirse único, se sentía avergonzado de ello y del gran tamaño de su nariz. Las burlas y bromas que le gastaban los otros renos le causaban aún más tristeza. Su familia ya no sabía cómo animarlo.

En vísperas del día de Navidad, Santa Claus empezó a seleccionar a los renos que tirarían del trineo una noche tan mágica. De repente, una gran tormenta se desató y el cielo se cubrió de niebla por completo, no dejando ver nada. Así, no encontrarían ninguna chimenea por donde entrar y colmar de regalos a los niños buenos.

Santa Claus se empezó a poner nervioso intentando buscar una solución al problema de visión y de pronto miró a Rodolfo que lo observaba de cerca. La brillante y grande nariz de Rodolfo le hizo encontrar la respuesta a su dilema. Si el reno especial hacía de guía, el resto de los renos podrían vislumbrar el camino que debían seguir.

Rodolfo encabezó el trineo y esa noche ni la tormenta, ni la niebla ni ningún otro fenómeno meteorológico, detuvo a Santa Claus y sus renos en su propósito. Llegaron a la chimenea de todos los niños del mundo y les dejaron los regalos.

Posteriormente, Santa Claus agradeció su gran labor a Rodolfo en presencia del resto de los otros renos y lo hizo sentir como un héroe gracias a su peculiar nariz. Desde ese momento, Rodolfo se convirtió en el reno más admirado por sus compañeros y el más querido por los niños de todo el mundo. 

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Cuentos cortos de navidad

Vive la magia con bonitos cuentos sobre Navidad

¿Te gusta la Navidad? Es una época entrañable para compartir con los seres queridos lindas actividades, ¿verdad? ¿Por qué no compartimos bonitos relatos de cuentos de Navidad infantiles? Seguro que nos aportará grandes momentos para la memoria.

La Navidad son días mágicos para los niños y de nostalgia y entrega para los adultos que vuelven a recuperar el espíritu infantil que algún día tuvieron. Además, suele ser un momento de reunión y disfrute para todos los miembros de una familia y por eso se desea cada año que se aproxime la fecha.

Esta festividad es una época ideal para compartir el relato de cuentos que hagan a los niños reflexionar acerca de valores como la generosidad, el respeto o el amor, más presentes en estas fechas que nunca. Por esta razón, hemos recopilado una selección de bonitos cuentos sobre Navidad llenos de

Cuentos infantiles de Navidad
valores importantes para leer con los más pequeños de la casa.

Compartir esas lecturas creará un clima increíble de ilusión y magia para los más pequeños de la casa y un lazo familiar que quedará grabado en el recuerdo. No desaproveches la ocasión y pide a tus mayores que te cuenten historias lindas que conozcan. Luego podrás aprenderlas tú y continuar contribuyendo a la difusión de la cultura.

Hemos querido recoger cuentos cortitos para favorecer que los niños no se cansen ni pierdan atención a tan bonitas historias. Consultas las historias de Navidad que tenemos y elige por cual vas a empezar. Todas te encantarán, pero seguro que hay alguna entre ellas que se convierte en tu preferida.

Cuando termines de leer cada cuento reflexiona sobre los valores que destacarías del cuento. Si te resulta complicado identificar la enseñanza pide a tus mayores que te ayuden a desengranar la moraleja del cuento y te expliquen lo más importante.

Descubre bellos relatos ambientados en época navideña donde los personajes se acercarán mucho a los lectores llegando a tocarles el corazoncito. Los cuentos navideños están entre los cuentos que mayor historia tienen y los encargados de su difusión vienen siendo los abuelos desde tiempos inmemoriales, pero no son los únicos.

Si te encanta la lectura y quieres continuar leyendo otras apasionantes historias puedes descubrir la sección de cuentos para dormir que están llenos de reflexiones y aventuras bonitas para que tus sueños sean plácidos y maravillosos.

Sorpréndete con cuentos que hemos preparado para ti. Coge el hábito de la lectura y verás como en el futuro te sirve todo lo aprendido. 

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